Me alineo hacia adelante.
Que avance lo de adentro hacia el afuera.
El alrededor, que no exista más que hacia atrás.
Y sobre todo el final quedarse quieto, imantado.
Alineo así un sueño y un beso.
Que empieze inesperadamente.
Que empieze inesperadamente.
Que acabe o salte sin peligro de pasar.