Intento de contar el álbum

Recuerdos de verdad tengo bien pocos.
Los roban esas fotos conservadas,
historias que contaron los que estaban
y han muerto sin decir si las creyeron. 

Qué pena no tener verdad de niña,
entonces, cuando niña, sí sabía,
mentía de verdad, sin ironía,
y el culo escociéndome cachetes. 

Recuerdo de repente plastilina
cantar con mis hermanos, todos tristes,
–yo no, que era pequeña y no sabía
ni sé tampoco ahora lo que ellos–.

El niño alto tan guapo, que pegaba
sin miedo a la revancha del vecino. 
Alexis rubio y verde, como bosque
su hermano rosa y dientes invisibles. 

Mi primo al saltar por mi ventana
y yo llorar de rabia, él era malo.
La mesa con tablero de ajedrez 
nunca aprendí a jugar, soy la tercera.

Parece que hay alguno que perdura
son pistas que sin fotos aún las veo.
Se han vuelto de colores justo ahora.
¿De dónde me ha salido la memoria?

La culpa la ha tenido un beso tuyo
que me ha sabido a mientes de mentira
y el angel de la guarda me ha traído
la calma del recuerdo de otros días

de cuando la mentira aún escocía
y se borraba con besos de verdad.