Instrucciones para un viernes


1. Abrir los ojos al sobresalto y seguir parpadeando al ritmo de antes de cerrarlos. 
2. Pellizcarse del segundo café: a partir de ahora ya estás despierto. Qué maravilla: llevas puestos los zapatos. 
3. Levantar la vista. ¡Sorpresa! Hay un cielo ahí arriba, y puedes mirarlo si quieres, un poco, un rato corto. 
4. Aspirar. Huele a veneno, pero al expirar se va y queda un sitio vacío en tu por dentro que si lo buscas sonríes.
5. Mirar dos números, dos puntos y dos más. Algo ha cambiado. Sabes todas las cosas que hay que hacer. Ahora dará tiempo de todo, hoy. 
6. Mirar dos números, dos puntos y dos más. Algo ha cambiado. No saber cómo hacer las cosas que hay que hacer. Imposible que dé el tiempo para todo. Te da igual. Recuerdas que es viernes. (Del mes ni del número probablemente no tengas noticia). 

Del 7 al 21: hacer muchas cosas. 

Del 22 al 23: con suerte, hacer una sola. 

24. Cerrar los ojos, aunque vaya a detenerse el parpadeo, aunque ya no sea más viernes, hasta el próximo, si hay.