Caen las páginas del libro viejo como lágrimas guardadas que acaban por brotar sobre un diván.
Se me ha olvidado cómo se llora a solas, cómo se siente el placer en la cola del cine que en mi sitio es de a uno, cómo se agradece que haya mejor hueco para una toalla en la playa que para dos, o para cuatro. Cómo escogí y tu solo decidiste.
Se me ha olvidado tú y nosotros. En yo no caben más que el despertador y el suelo sin barrer.
Se me ha olvidado que los libros viejos pierden páginas. Igual que la memoria.
Se me ha olvidado cómo se llora a solas, cómo se siente el placer en la cola del cine que en mi sitio es de a uno, cómo se agradece que haya mejor hueco para una toalla en la playa que para dos, o para cuatro. Cómo escogí y tu solo decidiste.
Se me ha olvidado tú y nosotros. En yo no caben más que el despertador y el suelo sin barrer.
Se me ha olvidado que los libros viejos pierden páginas. Igual que la memoria.