Arcadas. Bilis aguada en la taza del váter. Una, otra y otra bocanada. Sin dolor, sin malestar, sólo mirando el verde esperanza, brillante, en el fondo.
Preocupación. Cuentas de calendario. Tranquilidad.
El depósito de la cisterna se vacía para llevarse, cañerías abajo, teñidas de lima, las palabras que ayer alguien se tragó sin digerir.
